El sistema protege la instalación de incendios espontáneos, detectando el sobrecalentamiento en tejidos mucho antes de que la temperatura sea crítica y provoque un incendio.
El sistema está diseñado con nueve cámaras FLIR A310 que controlan todos los puntos críticos de la instalación. Además, el sistema comunica las alarmas y flujo de vídeo de las cámaras mediante el sistema de video vigilancia existente.