En el aeropuerto Sabina Gökçen de Istanbul, utilizan las cámaras termográficas FLIR A310 para mejorar la seguridad de las cintas de recogida de equipaje en los aeropuertos. Cada año niños y adultos sufren accidentes al caer en las cintas de recogida de equipaje y entrar en el circuito de mercancías. Gracias a la diferencia entre la temperatura corporal y las temperaturas de las maletas del equipaje, una cámara térmica visionando la cinta puede detectar cuándo hay una persona.