El sistema controla el riesgo de incendio y de combustión espontánea en las pilas de biocombustible. Mediante solamente 12 cámaras termográficas FLIR A615 cubren las ocho hectáreas del almacén de combustible. Además, la información procedente de las cámaras termográficas se combina con las variables meteorológicas y permite a los técnicos tomar decisiones respecto a la selección de combustibles.